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El mundo 2.0 — Introducción

El mundo 2.0

El nuevo paradigma de la acción ciudadana

Es difícil volver a escribir algo en tu blog después de una larga ausencia. Más difícil que la cresta. Lo primero es el tema (porque no vas a hablar de cualquier tontera), segundo, la pluma (te tienes que esforzar por hacer un retorno honroso, al menos), y tercero, por supuesto, la gente (la eterna duda de si seguirán ahí o no). Nada peor que una mala secuela, ¿no?

A propósito, ¿¿siguen ahí??

(...) — ¿¿Aló?? — (Cri-cri-cri...) — Ok, al menos están los grillos. Déjenme contarles cómo sigue la historia, mis pequeños amigos ortópteros.

Volviendo al tema de lo difícil… bueno, si hay algo que es realmente complicado es tratar de resumir en palabras todo lo que ha pasado en estas semanas. No pretendo pedir disculpas de por qué no he escrito ni un mísero post en bootlog (me imagino que conocen la razón), pero sí me gustaría contarles cómo ha sido la experiencia de levantar desde cero un movimiento tan potente como Liberación Digital.

El nacimiento de algo completamente nuevo. Cien por ciento de fábrica.

Desde hace tiempo quería escribir algunos garabatos sobre el tema, pero si no hice fue precisamente porque uno, preferí darle tiempo al tiempo, y hablar desde un punto de vista más analítico y no desde la pura emoción; y dos, porque he estado realmente maravillado de todo lo que ha estado pasando por esos lados. ¿Tres? Sí, también hay un tres.

Lo cierto es que Liberación Digital (o LD para los amigos) ha sido mucho más que un "movimiento" o un "smart mob" o cómo diablos quieran llamarlo. LD ha significado, para mí al menos, un proceso de aprendizaje enorme. Desde el empezar a entender cómo funciona un organismo que nace por generación espontánea, sin ningún tipo de directriz aparente, hasta la parte más difícil de todas: coordinar los esfuerzos, generar consensos, y enfocar todo ese inmenso potencial desde la palabra hacia donde todos finalmente apuntamos.

La acción, mis estimados grillos.

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Nació el Frente!

frente-de-liberacion-digital.jpg

Maratónica jornada. Matatónica mejor dicho. Son casi las nueve de la mañana y todavía no cierro un ojo. Qué importa, hoy nació el Frente de Liberación Digital. Para ustedes, con mucho cariño (y algo de sueño).

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cat /var/log/boot.log

Loading life. Please wait...
* Reading files needed to boot... [ ok ] * Setting preliminary keymap... [ ok ] * Preparing restricted drivers... [ ok ] * Starting basic networking... [ ok ] * Starting kernel event manager... [ ok ] * Loading...

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Cómo tener un blog y no morir en el intento

O qué nos depara el futuro de bootlog

Tener un blog no es tarea fácil y por eso es que muchos van y vienen. Bueno, a decir verdad, tener un blog no cuesta nada —es cosa de instalarlo/crearlo y listo—, pero otra cosa muy distinta es mantenerlo. Mantenerlo vivo. O sea, mantener el ritmo de publicación y la calidad de los artículos, la moderación de comentarios, alimentar la discusión, que los links de aquí para allá, la "diplomacia bloggera" y todo lo que implica estar presente en este mundo de ceros y unos y memes.

En resumen, responder a las expectativas. Pero en el fondo, dedicarle mucho, mucho tiempo.

Cuando empiezas, la cosa es bien simple. Escribes cuando quieres, lo que quieres, y lo mejor, puedes publicar tarde mal y nunca porque qué importa, si casi nadie conoce tu sitio y apenas algunos te leen. Pero a medida que empiezas a dedicarle más tiempo a tus artículos (cuando el contenido nace de tí y no de un copy-paste), notas que las visitas suben, que los comentarios son cada vez más, y eso también te motiva a publicar más y mejor. Te comprometes más con esto del "bloggeo" y empiezas a visitar blogs similares al tuyo, generando una red de contactos, hasta que finalmente llega el día en que tu blogroll tiene tantos links que ya es prácticamente innavegable.

A estas alturas, ya te diste cuenta que hay cierto tipo de contenido que a la gente le interesa. Hay una necesidad concreta, y por alguna curiosa coincidencia cósmica, resulta que tú empezaste a llenar ese vacío. De ahí en adelante todo es distinto. Ese blog que tenías, ese espacio íntimo de descarga —ante el sistema, la política, los oportunistas o a la mala música— simplemente dejó de serlo. Ahora es un lugar común, tanto tuyo como de tus lectores. La temática de los artículos tomó su curso natural, las discusiones son cada día más profundas esclarecedoras apasionadas, y todo porque a la larga ocurrió algo que jamás se te cruzó por la mente.

Nació una comunidad.

Pero claro que tampoco habías pensado todo lo que eso traería bajo el brazo. Paralelamente, y paradojalmente, es en la unión de todas esas mentes donde surge el mayor problema: la expectativa. Y la siempre mayor falta de tiempo. No sólo tienes que dedicarle más horas a la mera mantención del blog (como moderar comentarios), sino además tus artículos tienen que ser triplemente revisados para que no te caigas en errores estúpidos, como la ortografía, la redacción, las referencias, y en especial las cifras o conceptos errados. ¿En resumen? "No guatear".

Pero la cosa se complica aún más cuando derechamente tienes la exigencia de publicar. Por un lado, los mails que llegan a tu casilla pidiéndote que hables de tal o cual cosa; por otro la guía que prometiste hace un tiempo, que se suman a los más de 60 artículos que tienes como borrador; y finalmente, quizás la más fuerte de todas las presiones.

Lo que el señor Google espera de tí.

¿Cómo cresta lidiar con esa creciente expectativa y no frustrarte en el camino?

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El verdadero FayerWater

Con tecito en mano y McCartney de fondo, me presento ante ustedes para despejar algunas dudas y corregir algunas desinformaciones con respecto a FayerWayer y las intermitentes caídas del sitio. He visto que muchos se andan (y me andan) preguntando qué miércales está pasando, ya que a veces es simplemente imposible conectarse. Puros Connection Failed.

Aquí les cuento qué y por qué. Como siempre, con harta zanahoria y un toque de pimienta.

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Y los chanchos volaron

roger-waters-chile-marzo-2007.jpg

Es difícil empezar a escribir algo sobre anoche después de todas las emociones que se conjugaron. Es realmente difícil. Incluso los adjetivos se hacen pocos (y los pocos que hay, trillados). Es como tratar de describirle un plato de comida a alguien que nunca ha probado algo parecido. Como un curanto a un holandés. ¿Cómo describes un sabor? ¿O una sensación? ¿Cómo puedes ilustrar lo que sientes con un acorde con el riff de una canción? ¿Es acaso posible?

No sé, la verdad es que este es un enigma demasiado grande. Sin embargo, entre toda la nebulosa creo que un buen punto de partida puede ser algo así:

Piensa en un viaje. En recorrer el mundo en segundos. Piensa en volar al espacio y en menos de un instante estar a milímetros del suelo. Piensa en la nada, y después piensa en el todo, partiendo desde lo más pequeño a lo más grande. Quarks, átomos, celulas, moléculas, tejido, órganos, organismos, seres vivos, familias, grupos sociales, sociedades, países, continentes, planetas, sistemas solares, galaxias, todo concéntrico, todo orbital, todo ralentizado y acelerado al mismo tiempo. Todo conectado. La velocidad del sonido y de la luz. El ciclo de los días, de los años y de incluso siglos. Y justo en el momento en que miras hacia el lado, ocurre un eclipse y está frente a tus ojos.

Ahí sí, mejor. Ahora te puedo contar más sobre lo que pasó anoche en el Estadio Nacional, en la presentación del Dark Side of the Moon en vivo por Roger Waters. Aquí en Chile, un 14 de Marzo de 2007.

Una estrella fugaz en el sombrero con hoyos de la noche.

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De vuelta, y con las pilas cargadas

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Bueno, el viaje se terminó y mi mensaje de vacaciones también. Fue un viaje corto pero fue preciso. Realmente necesitaba tomarme el tiempo de alejarme (en especial para desconectarme) y pensar en todas esas cosas que la rutina diaria muchas veces termina...

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