Mi abuela es dueña de Internet

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Hace unas semanas me invitaron a colaborar como columnista en un diario nuevo llamado km[cero]. Es un periódico universitario que sale cada dos miércoles, producido por la Facultad de Comunicaciones de la UC, y que se distribuye como parte de la red de medios Publimetro. Sonaba como una experiencia nueva y distinta, así que obvio que acepté.

Suficiente.

Aquí está el primer garabato que escribí para el diario. No saben lo difícil que fue llegar a los 1300 caracteres que me habían pedido… uff, es casi peor que tratar de descifrar el próximo enigma que se viene. No sé, parece que esto de escribir en la web me tiene sumamente mal acostumbrado!

Mi abuela es dueña de Internet

Publicado el 03 de Octubre de 2007

Hace unos días me llegó un mail de mi abuela. "Publiqué otro poema en mi blog Tomás, déjame un comentario", me decía. ¿Fuera de lo común? Puede ser. Pero lo increíble no es que ella use email, e incluso tampoco que tenga su propio weblog. Lo increíble es justamente eso: que sigamos creyendo que de por sí es algo curioso.

Si cuando nació la web, por allá a principios de los noventa, eso de tener un sitio web sonaba como algo impensable para el común de los mortales, con el desarrollo de las tecnologías la cosa se ha hecho más simple que mascar una zanahoria. ¿Meter mano en el código? Olvídalo. Ahora todo se reduce a unos cuantos clicks, otros clacks, link para aquí, link para allá y listo. "Publicar".

Hola Blogger. Hola Flickr. Hola YouTube.

Antes, con suerte, la red era bajar música, chatear y punto. Hoy Internet no sólo está más presente en nuestras vidas, sino nosotros estamos más presentes en ella: tú tienes tu página, yo la mía, tú subes fotos, yo videos, nos linkeamos y así y todo empezamos a alimentar el tejido de un medio que nos pertenece a todos. Una infinita biblioteca de experiencias y de conocimiento que todos ayudamos a construir.

Hola Wikipedia.

Sí, ha nacido un nuevo medio, y esta vez los dueños somos nosotros: tú, yo, y mi abuela también. ¿Qué diablos me dirá cuando le comente esto en su blog?

(Esta columna está dedicada, obviamente, a ella)

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