No, esta vez no me refiero a circuitos ni bytes ni nada de eso. Me refiero a la razón de por qué he estado contento todo el día. Hoy Fernándo González barrió con Nadal en tres sets (6-2, 6-4 y 6-3) por los cuartos de final del Abierto de Australia, y qued...

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Todo mal. Hoy me desperté en la mañana con una pésima canción, con la tristeza de no ver a Colo Colo campeón, y la amarga sorpresa de que FayerWayer había sido hackeada y no por nuestra intención. "Esta vez es en serio", me gritaba Leo por teléfono.

Y claro...

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Actualización: El mejor concierto de la historia ya se llevó a cabo. Obviamente escribí un artículo post-concierto: "Y los chanchos volaron".

Un amigo me contó que hoy se empezaron a vender las entradas para el concierto de Roger Waters en Santiago, el...

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Así es, por fin puedo gritarlo al mundo. Estimados fieles lectores de bootlog, déjenme decirles que hoy se acabó todo. Punto final.

Hoy di por terminada mi etapa universitaria. En la mañana me desperté y abrí los ojos, inspirado como siempre con el Dark...

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Este post lo escribí a principios de año, cuando llegué de vuelta de mis vacaciones en el sur de Chile. Como las fotos del viaje estaban en la cámara de un amigo, esperé hasta tenerlas para publicar el artículo. Pero fue tanto lo que me demoré en conseguirlas (como un mes) que al final terminé publicando nada, a pesar de todo el tecleo que le había dedicado.

Pensarás que ahora tiene aún menos sentido publicarlo, pero no. Además de que últimamente sólo he publicado cosas sobre Linux y nada de la vida de carne y hueso, hay otra razón.

Resulta que ahora que estoy el mundo laboral, esta es mi primera "temporada de invierno" en que no tengo vacaciones (egresé el año pasado de mis estudios). Así que para desquitarme del no poder <a href="moverme de Santiago, y también para hacerle honor a los hechos, les entrego la primera parte del relato de mi mochileo al sur. Verano 2006, Puerto Varas - Llanada Grande - Chiloé - Futaleufú - Pumalín.

Espero que disfruten la historia. El nombre hace referencia al sitio donde estás. :)

Creo que si tuviera que resumir mi viaje en pocas palabras, tendría que ser algo con "desconexión" o "caminata" o "sentado-al-lado-del-camino-masticando-el polvo-de-los-autos". Pero sobre todo, "árbol". En serio. Ni se imaginan la cantidad de árboles que vi durante el mes que estuve en el sur. Chicos, grandes, verdes, viejos, caídos, quemados, protegidos, legendarios, y bosque, siempre mucho bosque.

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Ayer estuve pensando en un curioso fenómeno, muy propio del mundo moderno. Algo a lo que todos nos enfrentamos cada día, y que personalmente me saca de mis casillas cada vez que me pasa. Como un verdadero Elmer Gruñón.

Me explico.

- "Hola, vengo a buscar el ...(pon aquí lo que se te ocurra)". - "¿Me da su RUT por favor?" - "Es el quince millones tres noventa cuatro cuatro ocho raya nueve". - "¿Qué me dijo al último?". - "Guión nueve". - Click, click. - "..." - Click-click..............click. - "..." - Click........clickclickclick...click. - "Pasa algo?" - "Hm, al parecer hay un problema con el sistema." - "Y qué significa eso?" - "Es que a veces se cae, déjeme llamar a soporte".

¿Alguna vez les ha pasado? Uno como estatua ahí esperando.

- "..." - "Aló, Jorge, co'stai? Oye mira se cayó el sistema de nuevo..." - "..." - "Sí, si lo apreté, pero no pasa nada. Podís venir a verlo porfa?" - "..." - "No, no me acepta..." - "Eeeh... disculpe. Llevo esperando como cinco minutos, ¿me podría decir qué pasa?" - "Es que... el sistema se cayó. No puedo procesar su orden hasta más tarde..."

Ni siquiera un "perdónenos", nada. Como la culpa (se supone que) es de una máquina, claro, todos se lavan las manos olímpicamente.

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La semana pasada fui a ver Fuga. Tuve que ir a verla a un "cine arte", porque como sabrán, la película no alcanzó a estar ni dos meses en cartelera en los cines más grandes. Si eres de los que alcanzó a verla, me imagino que sabes por qué duró tan poco.

Opino lo mismo.

Fuga es de esas películas en las que te levantas de la butaca con rabia. Al menos eso me pasó a mí (a diferencia de Roberto), especialmente porque sentí que volví a caer en la maldición de las espectativas. Las malditas espectativas. ¿Se los resumo? Ver Fuga es como esos platos de restorán con harta palabra en francés, pero que cuando llega a la mesa te das cuenta que sólo se trataba de pollo con puré. Mucha promesa, mucha parafernalia, mucho flash y mucha alfombra roja… para salir del cine pateando piedras.

Pero el problema en sí no es Fuga. En realidad, éste es sólo un caso más de lo que siempre ha hecho falta en nuestro cine: buena narración.

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