Shine on you Crazy Diamond!

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No puedo quedarme indiferente ante la noticia que acabo de leer. Casi un año después de que, tras 24 años de separación, Pink Floyd se reuniera para tocar en un concierto de beneficencia, murió quien fuera el creador de la banda hace más de 40 primaveras.

Murió Roger 'Syd' Barrett.

El 7 de julio de 2006 nos abandonó el famoso Crazy Diamond; la voz, la influencia y la inspiración detrás de la banda de rock más grande de todos los tiempos. Para algunos un loco, para otros un genio, para mí, uno de los más grandes, uno que hizo mucho en muy poco tiempo. Y que en eso marcó la diferencia.

Aquí va un poco de su historia, para que conozcan al enigmático personaje detrás de Syd.

Roger Barrett nació en Cambridge, Inglaterra, y adquirió el sobrenombre "Syd" a los quince años, en alusión a un baterista local llamado Sid Barrett. Roger cambió la i latina por la griega para evitar confusiones. O simplemente para ser distinto.

En 1965, junto a su tocayo Roger Waters, formó The Pink Floyd Sound (después borrarían el "sound"), luego de pasearse por nombres como "The Tea Set", "The Screaming Abdabs" y "The Megadeaths". Se dice que el nombre fue producto de la unión entre los nombres de Pink Anderson y Floyd Council, dos oscuros blueseros de la época.

Parte de la banda también eran Nick Mason, en batería, y Richard Wright en el teclado.

syd.jpgLa primera obra de la banda fue The Piper at the Gates of Dawn (año '67), un disco fuertemente influenciado por la psicodelia de fines de los sesenta, y especialmente por la mano de Barrett (él compuso 8 de las 11 canciones y es co-autor en dos). Para mí, uno de los discos más importantes del rock del siglo pasado. No sólo en cuanto a calidad, sino por lo que representa para la época y por la influencia que marcaría para más adelante, tanto en Floyd como en otras bandas.

Como dato al margen queda que Pink Floyd grabó este disco en los estudios de Abbey Road, precisamente en la época en que los Beatles estaban grabando quizás la obra más importante del siglo XX: el Sgt Pepper's.

Lo cierto es que Barrett no duraría mucho en Pink Floyd, ya que su adicción al LSD gradualmente le produjo trastornos mentales que le impidieron seguir en la banda. Syd pasó a ser una carga. Por ejemplo, habían noches en que se le olvidaban las letras, o vagaba erráticamente por el escenario, o incluso una vez que decidió tocar una sóla cuerda durante todo un concierto.

La banda necesitaba a alguien más.

Así fue como apareció David Gilmour, un amigo del colegio de Barrett. Pink Floyd invitó a Gilmour a tocar como apoyo en algunos conciertos (en donde Syd tocaba de vez en cuando, a veces no). Y en la medida en que Barrett fue perdiendo el control, Gilmour fue tomando mayor protagonismo, hasta que la banda terminó por incorporarlo oficialmente en sus filas.

Barrett se separó de la banda y empezó una carrera de solista. Tiempo después se iría a vivir con su madre, alejado del mundo, hasta el día de su muerte. En julio de 2006.

Pero aunque Syd fue músico activo sólo algunos años, su legado creativo ha resultado ser una poderosa influencia para muchos músicos. Partiendo por el propio Waters, quien se vio profundamente afectado por los problemas de Syd, y que en el Dark Side of the Moon y The Wall plasma directamente la temática de la locura (en Brain Damage, por ejemplo). Pero Waters es sólo uno más: también está Jimmy Page, David Bowie, Pete Townshend y hasta el propio Paul McCartney, quienes declararon haber recibido influencias de parte de Barrett. Del loco Barrett.

Como ven, Syd sigue estando acá después de todo. ¡Shine on you Crazy Diamond!

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